Una gran parte de las existencias de sangre del Hospital Regional de la Orinoquia (HORO), se está destinando a la atención de personas lesionadas en siniestros viales, una situación que ha encendido las alertas sobre la necesidad constante de donaciones. Así lo confirmó Carlos Amaya, director del Banco de Sangre del HORO, quien aseguró que actualmente hay un abastecimiento suficiente para responder a las emergencias, gracias al compromiso de la comunidad donante y al apoyo institucional con la nueva unidad móvil.
El funcionario explicó que mensualmente se transfunden entre 300 y 350 unidades de sangre, lo que equivale a un promedio de 10 unidades diarias. Sin embargo, en casos críticos, como el de una reciente paciente con trauma severo, se han llegado a utilizar hasta 22 unidades, incluyendo glóbulos rojos, plasma y plaquetas. Estos componentes son procesados directamente en el banco del HORO, clasificado como tipo A, lo que le permite operar con autonomía frente a otros servicios transfusionales de Yopal que deben adquirir sangre a terceros.
Frente a versiones pasadas sobre la falta de insumos, Amaya aclaró que actualmente el banco cuenta con todos los reactivos, bolsas y suministros requeridos. Además, se realizan estrictas encuestas previas a cada donación para garantizar que la sangre recogida esté libre de agentes infecciosos, lo que en ocasiones genera inconformidades entre algunos donantes rechazados por motivos médicos.
Para facilitar el acceso a la donación, el banco cuenta con una unidad móvil moderna donada por el Ministerio de Salud y la Gobernación de Casanare, que ya ha recorrido puntos estratégicos como la Alcaldía de Yopal y el centro comercial Unicentro. Una vez reciba autorización del INVIMA y del Instituto Nacional de Salud, esta unidad se desplazará también a otros municipios del departamento.
Amaya invitó a todos los ciudadanos entre los 18 y 55 años en buen estado de salud a donar sangre en el Hospital Regional de Yopal. Las personas con hipertensión o diabetes controlada también pueden donar, mientras que aquellos con antecedentes de cáncer, VIH u otras enfermedades infecciosas quedan inhabilitados. La disponibilidad de sangre es vital para salvar vidas y enfrentar la creciente accidentalidad que vive Casanare.