La Contraloría Departamental de Casanare no posee facultades para emitir controles de advertencia conforme al último pronunciamiento de la Corte Constitucional frente al Decreto 267 de 2000, señaló en forma categórica la Superservicios en un comunicado.
La Corte Constitucional mediante la Sentencia C-103/15 del 11 de marzo pasado declaró inexequible el numeral 7º del artículo 5º del Decreto 267 de 2000, “Por el cual se dictan normas sobre organización y funcionamiento de la Contraloría General de la República, se establece su estructura orgánica, se fijan las funciones de sus dependencias y se dictan otras disposiciones”.
La Corte concluyó que la función de advertencia es inconstitucional, pues si bien apunta al logro de objetivos relacionados con la eficacia y eficiencia de la vigilancia fiscal, desconoce el marco de actuación trazado en el artículo 267 de la Constitución, por cuanto constituye una modalidad de control previo. Según el propio constituyente, el control fiscal interno cumple con los mismos objetivos de la función de advertencia y tiene su complemento en los controles preventivos realizados a través de las facultades atribuidas a las Superintendencias relacionadas con la inspección, vigilancia y control.
Según la Superservicios, la Contraloría de Casanare pese al pronunciamiento de la Corte Constitucional emitió el 12 de marzo un control de advertencia a la Superservicios, al representante legal de la empresa y a la Alcaldía Municipal de Yopal, sin tener facultades para ello.
"La Superservicios en el cumplimiento de sus funciones constitucionales y legales ha diseñado soluciones en procura de garantizar la calidad y continuidad del servicio para los usuarios de la EAAAY", remata señalando la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios que tiene intervenida a la EAAAY desde el 4 de mayo de 2013.
Sin embargo en su contundente comunicado la Superservicios se refiere a la forma, pero no al fondo del informe de la Contraloría Departamental de Casanare, que deja en evidencia su pobre gestión frente a la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Yopal y un manejo fiscal, financiero y operacional que mantiene a la empresa al borde del abismo y sin solucionar aún, casi 4 años después el problema del agua potable en la ciudad.