Roxana Montoya, madre de un niño beneficiario del Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Heliconias, administrado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ubicado en Llano Lindo en Yopal, manifestó su preocupación por las condiciones precarias en las que se encuentra la infraestructura, que ha afectado tanto a los niños como al personal. 

Uno de los principales problemas que enfrentan es el rebose constante de la trampa de grasa del pozo séptico, lo que genera malos olores que incomodan a los pequeños al momento de consumir sus alimentos.

Según Montoya, han realizado peticiones tanto a la Alcaldía como a la empresa de Acueducto y Alcantarillado para solucionar esta situación, sin embargo, las respuestas han sido insatisfactorias. La Alcaldía ha indicado que solo podrá atender la solicitud después de 2025, mientras que la Triple A envió un carro succión, pero la manguera no alcanzó para realizar el desagüe completo.

“Los niños comen con el mal olor, y las manipuladoras de alimentos no pueden usar agua en el lavaplatos porque se rebosa todo”, señaló Montoya. Además, madres de familia han manifestado que algunos niños se acercan a jugar a la zanja donde se derrama agua contaminada, lo que supone un grave riesgo para su salud.

Los problemas en la infraestructura también incluyen puertas dañadas, paredes afectadas por la humedad, lámparas que no funcionan, y goteras en el salón de la sala cuna, donde se atienden a niños menores de un año. 

Pese a los esfuerzos del operador del CDI, quien ha cumplido con las responsabilidades de seguridad, alimentación y recursos pedagógicos, la comunidad lleva más de seis años sin recibir mejoras en las instalaciones.

Las familias han recurrido a colectas y rifas para reparar algunas áreas del centro, como el cambio de chapas y la compra de utensilios de cocina. Sin embargo, la situación se agrava por la falta de recursos en una comuna tan vulnerable. “Si llega una inspección y ve las condiciones en las que estamos, corremos el riesgo de que cierren el CDI y afecten a 100 beneficiarios”, concluyó Montoya.

Las madres exigen una solución inmediata para evitar que los niños sigan expuestos a estas condiciones insalubres y peligrosas.