La Secretaría de Salud de Yopal invitó a la ciudadanía a practicar un consumo responsable de alimentos durante la época de Semana Santa, verificando las condiciones del pescado, mariscos o crustáceos que consumirán, para evitar intoxicaciones.
Para comprar el pescado y demás mariscos, la Secretaría de Salud hizo las siguientes recomendaciones:
- Comprar pescados y mariscos en lugares que ofrezcan buenas condiciones higiénicas, que permanezcan limpios y que sus equipos, materiales y utensilios estén en buen estado.
- Comprar en sitios donde los productos sean exhibidos en vitrinas o equipos similares que los aíslen del ambiente externo, preferiblemente usando camas de hielo de un volumen aproximado al doble del de los pescados, mariscos o crustáceos.
- Es importante verificar que estos productos estén almacenados a temperaturas de refrigeración y/o congelación requerida.
- Si son filetes de pescado empacados o productos procesados (hamburguesas, tortas, etc.) verifique que en el empaque se especifique el tipo de producto que se está comprando, la procedencia, la fecha de empaque y de vencimiento, y el modo de conservación y registro sanitario.
- Los lugares deben contar con abastecimiento de agua potable y servicios sanitarios en buen estado y estar dotados con los elementos básicos de higiene (papel higiénico, jabón líquido para las manos y toallas desechables o secador eléctrico).
- Que la higiene personal de los manipuladores de alimentos sea impecable: que tengan uñas cortas y sin esmalte y no porten manillas, relojes, anillos ni elementos similares.
Identifique el pescado en buen estado por estas características:
- Está entero. Puede tener cortes o filetes pero no estar mutilado en alguna de sus partes. La mutilación puede indicar la extracción de una sección descompuesta.
- Se le han extraído todas sus vísceras
- Ojos brillantes y salientes, no hundidos.
- Agallas rojas o rosadas.
- Escamas brillantes. La carne opaca puede significar que el pescado es viejo.
- Piel lisa y firme. Si al presionar la piel esta no vuelve a su posición inicial, no es fresco.
- Olor fresco y suave, no debe tener olor a amoníaco o a pescado.
- No se le han aplicado colorantes o aditivos químicos para disimular su mal estado.
El almacenamiento del pescado y sus derivados sin refrigeración o congelación, acelera su descomposición y puede generar trastornos a la salud que se manifiestan en vómito, diarrea, fiebre, dolor de cabeza y en casos severos terminar con la muerte. Por esto, si presenta algunos de estos síntomas es importante que se dirija al servicio de salud más cercano.