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De Frente - Robolucionarios corruptos

De Frente - Robolucionarios corruptos
Por Oscar Medina Gómez

Como la derecha, la izquierda es corrupta. O más que la izquierda, sus predicadores y representantes. La corrupción no tiene partido. Ni color político. Ni principios o directrices filosóficas. Ni edad, Ni sexo. Ni estatus social. Ni religión. Ni objetivos sociales. Ni pueblo. Ni izquierda, centro o derecha. Nada de eso. La corrupción es corrupción. Así de simple.

Revisemos apenas casos recientes –que siguen vigentes porque sus protagonistas lo son- de “ilustres presidentes y presidentas” que han jurado eso de “por el pueblo, para el pueblo y con el pueblo”. Vendedores todos de mentiras. Abusadores de palabras como libertad, igualdad, derechos. Todos involucrados en escandalosos casos de robo descarado de lo público. Del dinero y los bienes del pueblo, a quien pregonan rabiosamente defender. Hasta con la vida, de ser necesario.

Aunque está muerto Hugo Rafael Chávez Frías es un muy buen ejemplo de la izquierda revolucionaria hecha corrupción. En febrero del 1999, cuando asumió la presidencia de Venezuela, empezó la más grande tragedia socio-económica que se recuerde de ese país en las últimas décadas. Juró ante dios, la patria y el pueblo repartir la riqueza y acabar con la pobreza. Más rápido que el espabilar de un ojo, sus palabras se las llevó el viento. Mientras él saqueaba PDVESA, CANTV, CORPOELEC, SIDEORINOCO, BANCO CENTRAL, etc, millones de venezolanos veían como el país se derrumbaba. Y se sigue derrumbando, porque su sucesor Nicolás Maduro, resultó más corrupto que su jefe.

“Ser rico es malo, es inhumano. Así lo digo” sentenció en muchos eventos públicos antes de empezar a robar en forma desde el 2005. Ególatra, autoritario e inepto para gobernar, no así para robar, Chávez pasó de la pobreza en que vivía en su natal Sabaneta, en el llanero estado de Barinas, a la ostentosidad, ridiculez y absurdo de quien nunca han tenido algo. Los números más optimistas calculan la fortuna del muerto en más de mil 600 millones de dólares (1.600).

Sus hijas, padres y hermanos no se han quedado atrás. Hugo de los Reyes, el padre y Elena, su madre, hasta hace 15 años eran humildes y anónimos campesinos. Dedicado el uno a ganarse la vida como profesor de escuela. Y la otra a criar gallinas y ordeñar vacas en una pequeña finca de no más de 30 hectáreas. Hoy él es dueño de más de 1.300 hectáreas de tierra. Ella con frecuencia visita las más afamadas tiendas europeas de alta costura, joyerías, perfumerías, clínicas, pagando millones por autos, relojes, anillos, lentes de sol, trajes y menjurjes para oler rico. Al acercarse a los 70 años –hoy tiene 81- se empezó a hacer cirugías estéticas. Tiene en su cuerpo por lo menos 5.

Adán, Aníbal. Argenis, Arsenio, Adelis y Narciso, hermanos de Hugo, además de ocupar altos cargos del Estado, son todos multimillonarios. Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo y Rosinés, sus hijos, son derrochadores de lo ajeno. Cuentan con abultadas cuentas bancarias en dólares y poseen lujosas propiedades en el extranjero y en Venezuela.

Nicolás Maduro es otro campeón de la corrupción. Y de la incompetencia: es igual o más inepto para gobernar que el mismo Chávez. De ser chofer de autobús en Caracas y guardaespaldas de José Vicente Rangel, es ahora un multimillonario. Diariamente millones de venezolanos padecen hambre, miseria, escasez, enfermedades, sufrimiento. Pero él y su mujer Cilia Flórez, despilfarran morbosamente a toneladas el dinero de la “robolución” en placeres y privilegios que pocos terrenales pueden. Según el exdiputado Carlos Berrisbeitía, la pareja presidencial gasta mensualmente por lo menos 11 millones de dólares en viajes, cenas, regalos, escoltas, trajes, zapatos, perfumes, diamantes, perlas, relojes, diversión, lujos y un largo etcétera.

Se estima que Nicolás y Cilia han amasado una fortuna de por lo menos 450 millones de dólares, proveniente incluso del tráfico de cocaína. Efraín Antonio y Franqui Francisco son sobrinos de Cilia. Fueron detenidos en un lujoso hotel de Haití acusados de transportar 11 kilos de cocaína a Estados Unidos. Hoy son procesados en una corte federal penal de Nueva York, con riesgo de cadena perpetua.

Como Chávez, Daniel Ortega es otro que se caracteriza por el endiosamiento, la corrupción, el nepotismo y el autoritarismo. Acusado de violar a su hijastra Zoilamérica Narváez, en 2007 los dos crearon ALBANISA y CARUNA, empresas estatales que además de canalizar centenares de millones de dólares por la comercialización de derivados petroleros –anualmente Venezuela envía 10 millones de barriles de curdo al país- vende electricidad y exporta productos agropecuarios a Centroamérica y el caribe. Es secreto a voces que Ortega y su familia son dueños de medios de comunicación, lujosos hoteles, miles de hectáreas de tierra, cuentas multimillonarias en paraísos fiscales y mucho más. Así, como el más vulgar de los ladrones, llega al ocaso de su vida el exlíder de la revolución sandinista.

La mancha negra y olor nauseabundo de la corrupción son parte de la vestimenta de otra “robolucionaria”: Cristina Fernández de Kirchner. Transparencia Internacional la ubica dentro de las 5 más corruptas del mundo, al lado de Ortega, Maduro, Nursultan Nazarbayeb de Kasakstán y Teorodo Oriang de Guinea Ecuatorial. Aún se recuerda la maleta con 800 mil dólares en efectivo que Chávez le envió para su primera campaña presidencial. Mientras manipularon la presidencia a su antojo, Cristina y su difunto esposo Néstor fácilmente amasaron una fortuna calculada en 900 millones de dólares. Escándalos como la venta del 25% de la estatal petrolera YPF, bolsas repletas de millones de dólares en baños de la Casa Rosada, aviones Hércules de la fuerza aérea llenos con cajas de dinero rumbo a sus propiedades en Rio Grande y Rio Gallego, el lujoso mega hotel Alto Calafate, son apenas unas cuantas perlitas. Economistas argentinos como Sergio Serrichio hablan de una “cultura corrupta sistemática y abrumadora” impuesta en el país sureño por la pareja.

Dilma Roussef no se salva. Sobornos multimillonarios en la estatal PETROBRAS y desvío de dineros de esa multinacional para la campaña reeleccionista que le dio el triunfo por segunda vez. Caudales vergonzantes de dólares de la constructora de obras públicas civiles ANDRADE GUTIERREZ para su beneficio. Lo más grave: en sus informes al país, la presidenta maquilló el déficit presupuestal del país, lo disfrazó para decir que todo estaba bien. Aquí violó leyes fiscales muy serias en Brasil. Una posible destitución por parte del Congreso, podría fijar su suerte personal y política. Todo indica que Dilma sabía de los millones que corrían bajo la mesa. No solo no hizo nada, sino se lucró. El proceso de impeachment contra ella deja a esta “robolucionaria” a la altura de Chávez y los demás.

Winston Churchill se quedó corto cuando dijo “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia. Su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria”. La remato diciendo que el socialismo moderno no es más que escoria vendida por bribones, que esclavizan a sus pueblos con limosnas. Me sostengo: la izquierda revolucionaria del mundo actual es un asco. Digo yo.


** Periodista


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