Brigitte Baptiste, directora del Instituto Humboldt, aseguró que el aumento de los cultivos de arroz en Casanare pone en riesgo la estabilidad de los ecosistemas.

Baptiste señaló que se realizará un encuentro entre los productores de arroz y el DNP para evaluar el impacto ambiental por el crecimiento de los cultivos.

“Tendremos la próxima semana una mesa de trabajo con Fedearroz y vamos a revisar todos los temas del uso del suelo en Casanare, la Orinoquía sobre la expansión agropecuaria en las zonas de inundaciones como en el Guaviare y otras”, afirmó en una entrevista radial.

Agregó que “hay que aprovechar esa cultura agropecuaria, pero de manera responsable y sostenible”.

Insistió en que es preocupante que algunas zonas del cultivo se están disecando por el afán de producir el alimento, sin tener en cuenta, según ella, los protocolos de sostenibilidad de los terrenos.

“Hay muchos a los que les importa poco el tema del cultivo en el suelo. Proceden a la siembra de arroz esperando la lluvia y si las va bien, pues chévere, y si no les va bien, pues se van y ya”, añadió.

De otro lado, Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, manifestó que la entidad no tiene ningún reporte que indique que los cultivos de arroz no sean sostenibles. Dijo que por el contrario se ha trabajado para que los cultivos sean amigables con el medio ambiente.

“Son sostenibles estos cultivos. Lo que pasa es que dicen que los problemas que se presentan con la muerte de algunos animales se producen por el arroz y eso no es cierto”.

Señaló que “la Federación de arroceros está trabajando para hacer sostenibles estos cultivos y hemos logrado disminuir el consumo de agua, plaguicidas y fertilizantes en los cultivos, haciendo un manejo amigable con el medio ambiente”.

Argumentó que es responsabilidad también del Estado que se reglamenten los Planes de Ordenamiento Territorial, POT, en las zonas rurales, para que así haya claridad sobre los sitios en los que se puede sembrar el grano sin generar daños al medio ambiente.