Usuarios de los buses de la empresa Libertadores se quejaron por la pérdida de tiempo originada por el interrogatorio a que son sometidos por parte de los inspectores que se suben durante las rutas y detienen los vehículos para preguntar uno a uno a los pasajeros sobre el tiquete, el sitio de salida y destino.
“Vamos en un recorrido de más de 10 horas, cansados, con niños y nos someten a rigurosas inspecciones, sin importar que estemos dormidos”, expresaron los inconformes pasajeros que se quejaron además de la falta de un auxiliar quien les ayude a acomodar las maletas o atender los casos de mareo que se registran en medio de los trayectos.
Por su parte los conductores expresaron que se trata de acoso laboral, pues las inspecciones se realizan como un acto de desconfianza por parte de la empresa hacia quienes tienen a su cargo los vehículos.
Sin embargo, algunos pasajeros calificaron la medida como oportuna para evitar que los vehículos recojan a personas en todos los paraderos generando peores demoras y llamaron a la tolerancia pues consiste en un proceso de verificación direccionado por la Gerencia de la empresa para evitar inconvenientes.
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