41 internas que estaban recluidas en la cárcel La Guafilla de Yopal fueron trasladadas al Buen Pastor en Bogotá. Según denunció una de las reclusas, el trato fue inhumano, no les suministraron alimentación y la remisión se dio pese a que varias mujeres están ad portas de lograr la libertad.
Las reclusas son oriundas de municipios de Casanare, varias de ellas tienen hijos en el departamento y tres de ellas ya pagaron desde hace 15 días, las pólizas para libertad condicional por lo que pidieron intervenir a la Defensoría del Pueblo.
Dentro de las detenidas que fueron trasladadas al Buen Pastor en Bogotá, está, por ejemplo, Angie Sandrith Alvarino Carreño, quien pagó ante el Juzgado 9 de ejecución de penas y aún no se hace efectiva la libertad, denunció una de las voceras.
Nuevamente las reclusas señalaron que no es justo que las hayan sacado de su terruño por abrirle espacio a presos de los departamentos de Chocó, Medellín y Bogotá, cuyo traslado a Casanare puede significar un nuevo riesgo de delincuencia en Yopal, pues detrás de esos reclusos van su círculo de cómplices y familias que en muchas ocasiones se establecen en la región a causar daños.
Pese a que la denuncia fue elevada con oportunidad, ninguna entidad hizo nada para evitar el traslado, señaló la vocera de las reclusas, quien al momento de enterarse de la remisión pidió que les abrieran espacio en la cárcel de Paz de Ariporo.