En completo abandono se sienten los habitantes del barrio Bonaire, ubicado en el casco urbano del municipio de Trinidad, quienes denuncian tener más de 25 años sin soluciones efectivas a problemas graves como la falta de alumbrado público, vías en mal estado e inseguridad.
Doña Cielo Benítez y Marleni Maldonado, le pidieron a la administración municipal de Damaris Abril, que déje de tratar al barrio como si no perteneciera a Trinidad, ya que actualmente están conectados eléctricamente a la vereda El Merey, jurisdicción del municipio de San Luis de Palenque.
“Cada vez que se va la luz en San Luis o hay una tormenta, quedamos sin servicio porque dependemos de redes que atraviesan sabanas y árboles. Eso ha dañado electrodomésticos y pone en riesgo a nuestras familias”, expresó doña Cielo, quien lleva décadas viviendo en el sector.
La situación se agrava durante las noches. Las calles oscuras se convierten en escenario de delitos y generan temor, especialmente en madres, niños y jóvenes que deben desplazarse a estudiar o trabajar. “Aquí nadie entra de noche. Ni taxis, ni motos. Estamos completamente a oscuras”, señaló Marleni Maldonado, otra de las vecinas afectadas.
Además, la comunidad denunció la existencia de un lote baldío de propiedad de la administración municipal, que se ha convertido en un botadero de basuras, cueros y hasta animales muertos, generando riesgos para la salud. “Ese lote está lleno de monte y sirve de escondite y foco de enfermedades. No entendemos por qué la gente viene a tirar basura si esto es un barrio, no un basurero”, afirmó Benítez.