Con el propósito de avanzar hacia una solución definitiva de la incertidumbre territorial que durante años ha afectado a varias comunidades rurales, el Departamento Administrativo de Planeación de Casanare lideró una mesa de trabajo en la vereda Salitrico, en articulación con líderes comunitarios, representantes de sectores sociales y la Oficina Asesora de Planeación del municipio de Aguazul.

Durante el encuentro se abordó el proceso de segregación y agregación territorial que impacta a las veredas Salitrico, Altamira, Rincón, Tesoro Bubuy, Agualinda y Piñalito. Esta situación ha impedido el acceso a inversión social y servicios públicos en dichas zonas, debido a la falta de claridad sobre su pertenencia administrativa a los municipios de Aguazul o Maní.

“Históricamente estos predios han sido del municipio de Aguazul, pero queremos claridad, que legalmente se haga un proceso con todas las garantías para los dos municipios, porque aquí no se trata de perjudicar a los habitantes del municipio de Maní y mucho menos a los de Aguazul, queremos es que de una vez se acabe una problemática para esta comunidad que es bien afectada”, señaló Navija Chaparro, presidente de Asojuntas de Aguazul.

De otra parte, el director de Planeación Departamental, Alfonso Cárdenas Silva, presentó los avances técnicos del proceso haciendo énfasis en la necesidad de contar con información predial precisa que respalde las gestiones administrativas. En este sentido, se acordó que la comunidad contribuirá aportando la documentación técnica requerida, lo que permitirá agilizar los trámites correspondientes y garantizar el acceso a los beneficios y servicios que por derecho les corresponden.

“Hemos adelantado un proceso, nos faltan unos puntos como revisar los recibos para analizar la carga predial que la gente debe a los dos municipios. Revisamos el documento, algunas firmas que no coincidían de los ciudadanos que se inscribieron en la solicitud. La idea es adelantar este proceso de acuerdo con la ley y que lo conozca también el municipio de Maní”, manifestó Cárdenas Silva.

 La jornada fue valorada positivamente por los asistentes, quienes destacaron la disposición institucional para avanzar de manera participativa hacia una solución definitiva que beneficie a todos los habitantes de estas veredas.

 “Al no tener una identidad de si pertenecemos a Aguazul o a Maní eso afecta al desarrollo, porque eso hace que las alcaldías no saben a dónde se va a invertir el recurso y que eso pueden incurrir en un peculado por destinación de recursos a una jurisdicción que no les corresponde. Nosotros confiamos en que este proceso salga adelante y ojalá con la brevedad posible y por eso esperamos la colaboración de la Asamblea Departamental y el impulso decisivo del señor alcalde”, agregó Jaime Ortiz de la Vereda Tesoro Bubuy.

En cuanto a los pasos siguientes, el director Cárdenas explicó que, tras cumplir los requisitos exigidos por la norma, se hará un análisis de tipo económico, social y de conveniencia. Luego, el expediente será enviado al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que emitirá un concepto. Con base en ese concepto, se presentará un proyecto de ordenanza ante la Asamblea Departamental, que será la instancia encargada de definir oficialmente los límites solicitados por la comunidad.