Con un respaldo contundente del pueblo y una forma renovada de hacer política, Pablo Rodríguez se ubica por encima de los candidatos tradicionales. Más de 2.500 personas se congregaron para ratificar el apoyo a su propuesta, en la celebración de Amor y Amistad en familia.

Es un candidato que gusta, no solo por su carisma y porte de llanero recio, si no por la seguridad de su discurso, que refleja conocimiento de la administración pública, del territorio y sus necesidades, lo cual, sumado a su formación profesional y trayectoria laboral como ingeniero civil, le permiten desenvolverse, en muchos temas como pez en el agua.

Su campaña ha venido creciendo vertiginosamente y con pocos recursos económicos logra ubicarse en el primer lugar de aceptación entre los maniceños.

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