Ricardo Bayona García le prestó una camioneta de servicio público a un supuesto conocido y resultó procesado por hurto agravado, concierto para delinquir, porte y fabricación de armas;  permaneció tres meses en la cárcel La Guafilla y nueve meses con detención domiciliaria, lo señalaron que hacer parte de la banda “Los Sogueros”, dedicados al abigeato.

García es oriundo de Labranzagrande, tenía su empresa, estuvo trabajando en la construcción de vías en la capital del país y luego de tener un capital se radicó en Yopal con su vehículo que alquilaba a compañias.

García dijo que un día recibió una llamada del Gaula para que se acercara con los documentos del vehículo y minutos después en medio de un operativo fue capturado por hombres de la Sijín, señalado de hacer parte de la banda “Los Sogueros”, fue llevado a audiencia judicial en Nunchía, donde legalizaron su captura, imputaron los cargos y le impusieron medida de aseguramiento en centro penitenciario.

Dentro de los 14 capturados en su momento dijo que solo conocía a uno, de nombre Elver, justo el que era señalado como el cabecilla de la banda señalada de cometer el hurto de ganado en diferentes fincas aledañas de  Yopal con el fin de vender la carne en varios puntos de la ciudad.

Según García a Elver lo conoció en su municipio por ser el sobrino de unos buenos amigos y en quien confió por ser paisanos y verlo a menudo cuando iba a visitar a su familia, por lo que le prestó la camioneta en calidad de alquiler.

Señaló que lo vincularon al proceso y la prueba reina que utilizó la Fiscalía para integrarlo dentro a la investigación, fue una llamada que él le hizo reclamándole a Elver que le lavaran el vehículo a la hora de entregarlo.

Relató los momentos de angustia que tuvo que pasar en la cárcel en medio de verdaderos delincuentes, donde su esposa y sus dos hijas universitarias debían visitarlo.

Argumentó que nunca aceptó los cargos porque siempre ha trabajado honestamente y logró demostrar su inocencia con la ayuda de abogados, pero hoy está reseñado por pertenecer a una banda delincuencial y como consecuencia hasta sus hermanos sintieron pena de él.

Hoy luego de soportar el encierro y el escarnio público quedó libre por preclusión en la investigación.

Ricardo Bayona García responsabilizó a la Fiscalía de la equivocación y de lo que le pueda pasar, pues no hubo una investigación previa por lo que exige la reparación a su buen nombre.