Desde el año 2014 los ganaderos hicieron los primeros reportes de la presencia de langostas llaneras en los municipios de Puerto Gaitán, Puerto López, Mapiripán y Puerto Concordia en el Meta. Desde entonces el ICA y AGROSAVIA hacen seguimiento a este insecto, aplicando controles biológicos a través de un hongo entomopatógeno, el cual controla la población sin causar daño a otras especies y depredadores naturales.
Este insecto se alimenta especialmente de pastos nativos y cultivos de pancoger, generando un impacto negativo para el alimento y la producción animal de esta región país.
La multiplicación de estas langostas es favorecida por condiciones ecológicas óptimas para la especie, tales como suelo de textura dominante areno - arcillosa, temperatura media de 27°C, humedad relativa alta (70 a 85%) y vegetación constituida principalmente por pasturas y praderas.
Autoridades locales, ICA y los productores, realizan continuamente acciones de monitoreo y control, en municipios como la Primavera, Vichada y otras zonas de la Altillanura con el objeto de brindar el conocimiento, manejo y control adecuados. Actualmente, las dos entidades acompañan a los productores en el monitoreo de los focos o brotes y para su control se recomienda el uso de métodos biológicos.
El ICA también tiene implementadas estrategias de control químico, con éstas busca atacar focos de manera local en los predios afectados, de esta manera se pueden reducir las poblaciones y evitar que las nuevas generaciones de insectos sean aún más numerosas. Las aplicaciones se hacen directamente a ninfas en los meses de abril a agosto, efectuando fumigación a los focos de afuera hacia adentro con equipos que garanticen una cobertura mínima de cinco metros.
La dosis con la cual se aplican los diferentes productos para controlar el insecto se define, entre otras, por el estado biológico de la langosta, dado que en estados ninfales tempranos, el insecto es más susceptible a los productos aplicados, en estado adulto se necesita una concentración mayor de producto por su cutícula gruesa.
Estas acciones son socializadas por profesionales especializados del ICA en talleres dirigidos a productores y agricultores de la región, en los cuales les informan aspectos de interés como: la biología del insecto, hábitos alimenticios y las causas del comportamiento en la sabana llanera. Adicionalmente, se explican las labores del Instituto en cuanto a vigilancia y control, adquisición de los productos, forma de aplicación y recomendaciones para tener en cuenta con respecto a la manipulación del producto para el control químico y las fechas de vencimiento.
El Instituto recomendó a los productores de la región proteger la avifauna ya que son depredadores naturales de insectos, los cuales ayudan a mantener baja la población de langostas; adicionalmente, aconsejó no efectuar quemas de pastos donde haya presencia de este insecto plaga ya que los rebrotes son consumidos inmediatamente por la langosta.
El ciclo biológico de la langosta llanera presenta, a partir del estado de huevo, nueve estados ninfales y un estado adulto, el cual muestra un aumento corporal progresivo de 6.5 a 42.7 mm de longitud y de 0.0048 a 1.30 gramos de peso. La densidad de individuos encontrados por metro cuadrado en estado ninfal es de 6.964 y en estado adulto es de 4 a 30.
Es un insecto endémico, quiere decir que hace muchos años ya parte de la entomofauna, especialmente en la Orinoquia, pero por tratarse de un insecto que se adapta a diferentes condiciones, es probable que se encuentre en otras regiones fuera de la Altillanura.
Se ha descrito que las langostas son un grupo de insectos que pertenecen al orden Orthoptera (donde están los grillos, grillotopos o guagüitas, saltamontes, falsa machaca o caballitos), polífago, es decir come variedad de alimentos, siendo principalmente su principal alimento las pasturas.
El insecto se comporta moviéndose en grupos, como enjambres, son gregarios, por eso permite la activación del control de forma temprana, normalmente sucede en los meses julio y septiembre, porque aún la langosta no tiene alta capacidad de vuelo, porque su estado es ninfal, es decir, un estado inmaduro.
Según el ICA, no hay inundación alguna de la langosta y es muy importante darle ese parte de tranquilidad a la comunidad, porque el insecto en nuestro país ha sido controlado en su etapa más temprana. La especie de nuestro país, que lleva varios años con nosotros y es distinta a la de los enjambres que tiene en alarma a las otras latitudes como Argentina, Brasil, Paraguay.
Otro componente particular de la langosta colombiana, fruto de los varios años de investigación de varias instituciones, es que su ciclo de vida es muy largo, lo cual también favorece activar ventanas de control.
Los monitoreos son permanentes y por eso, la recomendación de las instituciones es que no es necesario control químico, solamente el control biológico, por el estado inmaduro en el que siempre se controla la plaga, por eso suficiente los insectos benéficos que se usan.
Los factores naturales de control son aves como la garza, la corocora, la carraca, la caica, tijereta, la rapiñita, el alcaraván, el güerere, águila, garrapatero, el chirlobirlo y el tautaco o clocli. Estas aves controlan ninfas y adultos de R. schistocenoides.
Por ello es necesario, mantener en buen estado los bosques de galería y los morichales, evitar las talas y quemas indiscriminadas y proteger estas aves que contribuyen al control de insectos.
Fruto de varios años de investigación, se conoce ampliamente su ciclo de vida, lo cual, favorece activar ventanas de control.