Cormacarena hizo un llamado para que los ciudadanos ayuden a cuidar y conservar el caimán llanero (Crocodylus intermedius), considerado el mayor depredador de América Latina y una de las especies de cocodrilo más grande de todo el mundo, con una longitud máxima de siete metros, por lo cual hace parte de la campaña de sensibilización de especies amenazadas.
Este ejemplar se encuentra amenazado por el desarrollo de actividades humanas en contra de los ecosistemas como la deforestación y los proyectos agrícolas, que pueden llegar a destruir su hábitat natural en menos de tres años. En otras zonas, los ríos se encuentran bajo la influencia de actividades mineras, agrícolas e industriales, lo que ha producido la contaminación de sus aguas y la reducción de los hábitats utilizables.
Otra de sus principales amenazas, es el saqueo de nidos para extraer los huevos con fines de subsistencia y la venta de crías de cocodrilos a turistas, los cuales cobran importancia como factores de riesgo, especialmente si se considera el tamaño reducido de las poblaciones actuales. Además, muchos ejemplares son atrapados accidentalmente en redes de pesca, siendo ofrecidos para la venta, pero en caso de que mueran ahogados, son desollados y sus pieles son vendidas.
Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en Colombia y la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza a nivel mundial, el Caimán del Orinoco se encuentra en Peligro Crítico (CR) y en vía de extensión en los ecosistemas del territorio.