Por Oscar Vanegas Angarita*
Continuando con el análisis de la información entregada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos -ANH- al Senador Jorge Robledo, a la pregunta: “listado de bloques asignados donde ya había información previa de descubrimientos marginales no desarrollados por no cerrar financieramente; o mejor, por no haber recibido comercialización por parte de ECOPETROL o no haber sido solicitada la comercialización por el descubridor”, la ANH respondió que del inventario de campos marginales que recibió de Ecopetrol en el año 2004, han otorgado o asignado 21 contratos; 18 de éstos con cero participación en la producción para el país; en uno el 2%, en otro el 16%, y en otro el 20%. Les recuerdo que dichos campos no eran comerciales antes del año 2004, porque el barril valía menos de 23 dólares.
Sin embargo, en los tres contratos donde hay participación para el país, no se ha producido ni un barril; mientras que en los campos donde el país no recibe producción (excepto las regalías, que en el mejor de los casos –Dorotea B- pagan el 8,25%), se están produciendo actualmente 17.595 barriles por día; y se han extraído en forma acumulada más de 15 millones de barriles, que hoy valen en el mercado más de 1.500 millones de dólares. O sea que, descontando los costos e inversiones, los favorecidos con dichas asignaciones directas (a dedo), han obtenido ganancias superiores a los 1.000 millones de dólares. Yo me pregunto: ¿cómo es que entregan campos ya descubiertos, sin participación en la producción para el país? ¿No estamos ante un caso de detrimento patrimonial? ¿Dónde están los entes de control?
No sobra informar que la ANH, ante la suspicacia de la pregunta, aclara que a partir del año 2008 ha incluido un parágrafo en el objeto o en el alcance de los contratos de exploración y producción, donde se “excluye los derechos del contratista respecto de yacimientos descubiertos no desarrollados”. Sin embargo, se le olvidó a la ANH incluir en esta lista de campos la fecha de la firma de los contratos; puesto que en todos donde la participación en la producción para el país es cero, la asignación fue antes de la Ronda Colombia 2008. Por lo que se ve, el dichoso parágrafo llegó tarde, pues ya para esa fecha se había repartido la mermelada petrolera.
También me puse en la tarea de extraer la información de los contratos asignados en la zona norte del Casanare (Paz de Ariporo, Trinidad, San Luís de Palenque, Hato Corozal), donde ocurrió la sequía que llevó a la mortandad de más de 20 mil animales entre chigüiros, ganado, tortugas y babillas, encontrando que desde el año 2004, un total de 16 empresas (todas privadas) se beneficiaron con la asignación directa de 26 bloques (con cero participación en la producción para el país, excepto las regalías, repito, donde en el mejor de los casos pagan el 8,5% – campo Caño Viejo). En estos campos actualmente se producen 50.774 barriles diarios, y han sacado casi 50 millones de barriles en forma acumulada.
En la misma zona se han asignado otros 4 bloques mediante Rondas, pero en 3 de ellos pagan sólo el 1% y en el otro -que no está produciendo-, el 2%. En estos últimos 4 bloques han extraído más de 7 millones de barriles, y están produciendo actualmente 4.266 barriles diarios. En forma redonda, en la zona de la sequía las petroleras han sacado, en menos de 10 años, más de 57 millones de barriles, y producen actualmente más de 55 mil barriles diarios, de los cuales al país sólo le dan 43 barriles (el 0.078%, qué grosería).
Basado en el análisis que hasta el momento he hecho al documento oficial entregado por la ANH, se concluye que en Colombia, con la actual política petrolera, estamos regalando los hidrocarburos; pues con lo que le queda al país, no pagan ni los chigüiros que se murieron.
Alguien saldrá a decir que para eso las petroleras pagan impuestos y hacen las inversiones. Sobre ese tema en particular tratará la próxima columna.
*Ing. de Petróleos. Presidente del ORSEME.