Por Leonardo Puentes*
Quiero cerrar la breve evaluación de la agenda de control político llevada a cabo en el Concejo de Yopal el pasado mes de abril refiriéndome a otro gran tema, que desafortunadamente vuelve a estar en la palestra por las dificultades y las malas determinaciones: la educación.
Una vez más, como se ha vuelto costumbre durante los últimos años en Casanare, los estudiantes se ven obligados a interrumpir las clases, abandonar las aulas y salir a las calles a gritarle a la sociedad que existen, que tienen que formarse para la vida y que para ello requieren colegios seguros, bien dotados, buenos y bien remunerados maestros; transporte, alimentación, vigilantes, aseadores, administrativos y servicios de mantenimiento permanentes, que les garanticen el bienestar y la plena disposición para hacer lo único que deberían hacer: aprender.
Tanto los personeros estudiantiles como los rectores de Yopal asistieron al Concejo y expusieron de manera precisa la realidad de cada institución educativa: desde la precariedad de las instalaciones y la alimentación escolar del Santa Teresa, en el Corregimiento de Punto Nuevo, pasando por los riesgos que corren los estudiantes de Llano Lindo al asumir las labores de vigilancia por cuenta propia, hasta el absurdo del recién inaugurado Megacolegio de la Comuna V, que con más de 2000 estudiantes no tiene un sólo campo deportivo y hasta hace poco no contaba ni con pupitres: inadmisible!.
En contraste con esta dramática realidad tuvimos un debate sorprendente con el Secretario de Hacienda, no solo por las cifras, sino por la precaria asistencia de concejales; tres colegas recibimos el informe (R. Pérez, F. Suárez y este servidor).
De acuerdo con el balance presentado por el funcionario una vez entró en vigencia el nuevo Estatuto de Rentas de Yopal, es decir, a partir del año pasado, el recaudo de los impuestos que pagamos usted y yo y los demás contribuyentes de Yopal ha crecido dramáticamente: en 2011 se recaudaron cerca de $30 mil millones de pesos, en 2013 la cifra superó los $65 mil y este año se llegará a más de 115 mil. Si a esto le sumamos el superávit de 53 mil millones que quedó para 2012, más los $34 mil millones del endeudamiento autorizado ese mismo año, más los $70.500 millones de regalías aprobados en 2013 en los indescifrables OCAD´s, la pregunta es: ¿por qué a la educación no se le asigna plata? ¿Por qué se sigue apelando al argumento tendencioso de la reducción de regalías, cuando hoy en Yopal hay más plata que antes y es de libre inversión?
La única respuesta lógica pareciera ser que la administración perdió el sentido, al menos el verdadero sentido social. ¿Qué puede ser más prioritario que garantizarle a los niños y niñas más necesitados de Yopal la mejor educación posible para transformar su futuro?, ¿por qué de los $70 mil millones de los OCAD’s sólo 960 fueron para educación?, ¿por qué el endeudamiento de 2012 fue para un hasta ahora fallido programa de vivienda y una maquinaria llamada a convertirse en chatarra en el curso de algunos años? Prioridades incomprensibles, cuando de acuerdo a los datos analizados de 2011 hacia atrás con menos de 6 mil millones al año era posible atender los requerimientos de la canasta educativa y los servicios administrativos de los colegios.
Es impresentable que con presupuestos anuales cercanos a los $300 mil millones de pesos esta inversión no esté garantizada; mucho menos que se esté insinuando un nuevo endeudamiento.
POSdata: El espacio no da para hablar del incumplimiento en los términos para la concesión del Matadero, del Complejo Deportivo que al parecer resultó demasiado complejo de ejecutar, del desbordado aumento de accidentes de tránsito reportado por el CRUE, de algunos manejos extraños de personal y finanzas del IDURY, etc.
*Concejal de Yopal.