Por Leonardo Puentes

Las consecuencias de la interminable crisis por el suministro de agua en Yopal parecen igualmente inagotables. La última revelación estuvo a cargo del Instituto Nacional de Salud, cuyos delegados en la Mesa de Seguimiento del pasado martes 17 de junio no tuvieron contemplaciones para afirmar que la Secretaría Departamental de Salud no estaba enviando los reportes con la frecuencia y calidad esperadas.

Y lo más grave, lo probaron poniendo en conocimiento público los alarmantes resultados de las muestras de agua analizadas durante la primera semana de este mes en dos puntos de la ciudad: presencia de tres tipos de virus, entre ellos Hepatitis A. ¿Acaso no representa esto un evidente riesgo para la salud de más de 150 mil habitantes señor Procurador?

Sale a relucir una vez más un factor que ha agudizado esta crisis de forma severa: a los yopaleños se nos ha mentido de manera recurrente a lo largo de estos 3 años. Así como a principios de 2013 se negó hasta la saciedad que el agua fuera la causante del brote epidémico por Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) -hasta que las evidencias demostraron lo contrario-, durante los últimos meses, sobre todo desde que comenzó a utilizarse lo poco que sirvió de la colapsada Planta Modular, se ha insistido en que el agua que se suministra por la red es agua ‘segura’ (no me pregunten por el término, pero era lo que nos venían diciendo).

Pues bien, el Instituto Nacional de Salud dejó claro que esta afirmación no era cierta y en la mesa se ratificó la orden expresa para la administración de informarle a la ciudadanía de Yopal de manera clara que el agua suministrada por red no es apta para consumo humano, NO es agua potable.

En medio de esta dramática situación lo único que tenemos claro es que se han perdido al menos dos años entre la ineficiencia, la improvisación y muy seguramente la mala fe de quienes han tomado las principales decisiones en el manejo de la problemática.

Los diseños para la construcción de la planta definitiva, que en condiciones normales deberían haber estado listos en 2012, apenas serán entregados el próximo martes, 1 de Julio, es decir, 1.275 días después.

Mientras tanto, los yopaleños tendremos que seguir esperando cada día a ver si nos ‘pararon el chorro’ o tenemos agua al menos para bajar la tasa del baño: deplorable. Por al menos dos años más tendremos que seguir contabilizando carrotanques y rogando que se perforen de manera exitosa los ‘megapozos’ de los que venimos escuchando hace igualmente dos años; algo inexplicable en una zona donde los taladros reinan hace cerca de tres décadas. ¿Y las petroleras?, quizá viendo los chigüiros desde la barrera; ‘sólo son 150 mil’ diría la ministra.

No sabe uno a estas alturas qué es más doloroso, si la ineficiencia y la falta de transparencia de la administración en el manejo del problema; la pasividad desconcertante de buena parte de la ciudadanía, que pareciera resignada a tener que esperar indefinidamente pagando la factura, haciendo viajes a recoger agua y recibiendo un pésimo servicio; o la inoperancia de los órganos de control, que aparecen tres años después lamentándose por lo ocurrido a fijar ‘términos perentorios’ para la solución definitiva.

Mientras esperamos justicia y la entrega de las obras, surge una propuesta de los veedores y ciudadanos que han estado haciendo seguimiento a esta gravísima crisis: que además de contribuir con los recursos económicos para las obras, el Gobierno Nacional, a través del Fondo de Adaptación o la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo asuma los costos de la facturación.

La idea no resulta descabellada si en verdad se quiere reparar en algo el daño causado a la ciudadanía de Yopal. La plata de los contratos poco le importa al ciudadano de a pie, que tiene suficiente con pagar los recientemente incrementados impuestos a una administración que en muy poco se los retribuye.

La pregunta es: ¿cuándo seremos capaces de pararle el chorro a tanta corrupción?

POSdata: Mientras la escala de valores de nuestra sociedad siga invertida habrá pocas probabilidades de que esta situación se modifique. Un botón: acaba de ser elegido presidente del Concejo alguien que afirmó que renunciaría si el alcalde no arreglaba el problema del agua en 6 meses y a quien muy poco se le ve por el recinto.

*Concejal de Yopal.