Por Servando González*
Según la historia oficial el 12 de octubre se celebra la llegada de Colón y con ella el descubrimiento de América...
Como estudioso del tema considero necesario hacer algunas precisiones que nos den claridad sobre qué es lo que realmente celebramos.
No creo que debamos celebrar el inicio del más grande genocidio de la historia.
¿De dónde celebrar que gentes extrañas dotadas de armaduras, montadas en caballos y con armas de fuego se enfrentaran con comunidades de a pie, descalzas, con su piel descubierta y con armas tan rudimentarias como la lanza y la flecha? ¿Es esto para celebrar? Entender esas masacres nos da idea de cómo fue ese proceso de conquista.
No voy a celebrar que a más de esas masacres nos hayan traído muchas de las enfermedades venéreas actuales, la gripa, las ratas y ratones, y lo peor las enfermedades mentales como la codicia, la traición, la mentira y el engaño, que sólo esas mentes retorcidas traían enceguecidas por la ambición y sed del oro. No celebraré las violaciones a nuestras indígenas ni los asesinatos de nuestros líderes, ni las mutilaciones de nuestros soldados aborígenes.
Aquí no hubo proceso de descubrimiento, aquí lo que hubo fue una invasión y una descomunal desaparición sistemática de comunidades aborígenes que eran felices hasta que ellos, los de barbas largas, los de escudos, espadas, fusiles y caballos llegaron y con su llegada cundió el pánico, la desolación y la muerte.
Que mi escrito sea un homenaje a la Gaitana Guaitipan, a Atahualpa, a Tisquesusa, a Túpac Amarú, a los Mayas, los Aztecas, los Incas, los Chibchas y que con este sienta el orgullo de tener en mis venas la sangre y la historia de los pueblos Amerindios de Suamox, de Tundama y de Hunzaua, esa tierra por la que siento el orgullo de haber sido parido.
Orocué Casanare, octubre once de 2 017.
*Rector Instituto Técnico Ambiental