Nilgen Farley Barrera Estrada*

El nuevo Coronavirus (COVID-19) ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud como una emergencia en salud pública de importancia internacional. Se han identificado casos en todos los continentes y con la confirmación COVID 19 en nuestro País, los servicios de salud se congestionaron de pacientes en busca de ayuda médica.

Al pánico generado por el nuevo virus, se sumó nuestro habitual pico de enfermedades respiratorias en esta temporada, que es provocado por las condiciones variables del clima y la pobre calidad del aire en las grandes ciudades, que propician la circulación de distintos virus en el ambiente.

Los servicios de urgencias empezaron a congestionarse y los profesionales de la salud iniciaron un angustioso llamado para no saturar innecesariamente los servicios de urgencias.

La incertidumbre en la población aumenta con cada boletín que es emitido juiciosamente por el Instituto Nacional de Salud - INS, en donde cada vez vemos el incremento de casos confirmados de COVID 19.

Las personas con síntomas respiratorios como dolor de garganta, congestión nasal y/o con aumento de la temperatura corporal, se preguntarán si son portadores del tan temido virus y si deben acudir a un centro de urgencias, a lo que debo decirles que ésta no es la mejor opción, en especial si se hace parte de un grupo de mayor riesgo de complicarse, como el adulto mayor o tener antecedente de enfermedades crónicas en especial diabetes, asma o hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares.

Entonces… ¿Cómo saber si lo que tengo es una gripe o COVID 19?

Síntomas de gripe

Si la persona presenta síntomas respiratorios leves como dolor de garganta, congestión nasal, tos, dolor de cabeza y aumento de la temperatura corporal -sin tener nexo epidemiológico- lo más probable es que esté cursando con un episodio de gripe común.

Ante esto debe intensificar las medidas de autocuidado: lavado de manos, permanencia en casa, abundantes líquidos, control de la fiebre y uso tapabocas en especial si convive con adultos mayores para protegerlos del contagio.

Síntomas de COVID 19

Los síntomas de COVID 19 en la mayoría de los casos incluyen fiebre, tos, y dificultad para respirar. Aun así no es fácil diferenciarlo clínicamente con los de de una gripe, por lo que si los síntomas respiratorios se exacerban y la persona empieza a presentar fiebre alta y persistente que no cede -temperatura 38°C, medida con un termómetro- tos que lo ahoga, dificultad para respirar o deterioro de su estado general, debe acudir a un centro médico para ser valorado y descartar que no esté presentando complicaciones en su estado de salud.

Se sospecha COVID 19 con la presencia de 2 o más síntomas respiratorios (tos, dificultad respiratoria, dolor de garganta, secreciones nasales, fatiga, dolor muscular) con presencia o no de fiebre  y sumado a la presencia  de un nexo epidemiológico o contacto estrecho -distancia < 2 metros- con un caso plenamente confirmado, como establece el Instituto Nacional de Salud.

La mayoría de las personas que se contagien con COVID 19 presentarán una enfermedad leve o no complicada (80%), algunas desarrollan una enfermedad grave que requiere oxigenoterapia (15%) y aproximadamente el 5% requerirá un tratamiento de unidad de cuidados intensivos. 

Cifras del INS

Con base en los reportes del Instituto Nacional de Salud (INS) con corte a 22 de marzo de 2020, de los 231 confirmados 136 son importados, 78 fueron clasificados como relacionados -tuvieron contacto estrecho con un caso confirmado- y en 7 casos aún no se ha definido su cadena de transmisión, por lo que son denominados en estudio, y además no se han confirmado casos de trasmisión comunitaria en nuestro país.

Cómo confirmar COVID 19

La única manera para confirmar un caso de COVID 19 es con una prueba diagnóstica denominada RT-PCR, que detecta las secuencias del ARN del virus y está indicada para aquellas personas que cumplan los criterios clínicos y epidemiológicos para su toma.

Cómo prevenir gripe o COVID 19

Tanto la gripe como el COVID 19 se transmiten a través de gotitas provenientes de la tos y los estornudos de una persona enferma.

Es importante evitar el contacto con personas enfermas, cubrirse con pañuelo desechable -nunca con la mano-  la nariz y la boca al estornudar o toser, también puede hacerse con el ángulo interno del codo, limpiar y desinfectar las superficies que se tocan frecuentemente y resalto el lavado de manos el cual reduce hasta en un 50% los casos de contagio COVID 19 o cualquier infección respiratoria aguda.

En ausencia de vacunas y tratamientos específicos, las únicas herramientas de salud disponibles para controlar las enfermedades transmisibles de persona a persona, son el aislamiento y la cuarentena, el distanciamiento social y las medidas de contención comunitaria.

Las definiciones de caso, así como las posibilidades de tratamiento son dinámicas y están sujetas a  modificaciones según se vaya dando el comportamiento de la enfermedad.

La mortalidad de COVID 19

La gran mayoría de los pacientes que ha presentado del virus se han recuperado, el porcentaje de letalidad del COVID 19 es mucho menor que otros tipos de infecciones respiratorias , el porcentaje de personas fallecidas por COVID 19 no supera el 3%, es decir que por cada 100 personas que se enferman pueden ocurrir menos de 3 muertes.

Un esfuerzo colectivo

La racionalización de uso de los servicios de urgencias permitirá que las personas que se encuentren en mayor riesgo y que presenten complicaciones, puedan recibir la atención en salud que requieran, y para esto  es necesario “aplanar la curva”, refiriéndose a lo que los epidemiólogos denominamos “curva epidémica”, esta curva -ahora famosa- nos indica el número de casos nuevos en el tiempo y entre más plana  significa que los casos están más espaciados en el tiempo, dando el tiempo al sistema de salud de atender la mayor cantidad de casos posibles, por esto es importante tomar consciencia y quedarnos en casa.

Debemos mantener la calma y ser solidarios con quienes pueden estar en mayor riesgo de enfermar y morir como los adultos mayores, nuestro aporte más grande es permanecer en casa y esperar que con las medidas que hasta el momento han tomado nuestros gobernantes y el apoyo decidido a las mismas por parte de los ciudadanos,  en las próximas semanas inicien a reflejarse en las estadísticas los tan esperados resultados.

 * Médica Epidemióloga - Universidad del Rosario.