Por Leonardo Puentes*
Durante los últimos años ha hecho carrera (y con razón) la tesis de que Yopal está llamada a convertirse en la gran capital de la Orinoquía, que la inversión y el ingreso crecen a tasas solo comparables con las capitales más prósperas de Colombia; riqueza natural, potencial turístico y agropecuario, la construcción y la inversión privada en pleno apogeo. En fin, pareciera que la transición hacia esa gran ciudad que todos soñamos es un proceso irreversible e incontenible.
Desafortunadamente este proceso de cambio está marcado con una dolorosa huella de provincianismo político, en el cual pretende mantenernos sumidos algún sector de la dirigencia política local (infortunadamente hoy también en apogeo). Ciudadanos de primer nivel cuando nos muestran los presupuestos multimillonarios financiados con nuevos e inconsultos impuestos, ciudadanos de tercera categoría cuando reclamamos servicios básicos como agua o luz de calidad; ciudadanos de primer nivel cuando nos enseñan las estadísticas y los mapas de cómo crecerá la ciudad en los próximos años, ciudadanos de tercera cuando levantamos la voz para opinar, para sugerir, para preguntar.
Todos teníamos claro que nuestro Plan de Ordenamiento Territorial (POT) llegaría en cualquier momento al Concejo Municipal para el análisis y debate correspondiente, después de cerca de ocho meses de revisión por parte de Corporinoquia era claro que la discusión tendría que ser cuidadosa, pausada, responsable con la ciudad que tenemos la obligación de proyectar para nuestros hijos, pero sobre todo responsable con nuestros ciudadanos.
Sin embargo, en una muestra más de arrogante desinterés por la discusión democrática, por el debate público, el alcalde de Yopal decide abrir las fiestas con un ‘Seudocabildo Abierto’ como preámbulo al pupitrazo más estruendoso de la administración del Sentido Social: POT a la Yopaleña, entre las orquestas, los buñuelos y la natilla; a quién le interesa que los presidentes de las Juntas de Acción Comunal, los Ediles del campo y de la zona urbana se enteren de lo que va a pasar en su territorio.
Está usted equivocado señor alcalde si piensa que los ciudadanos que gobierna estamos dispuestos a tragar entero y sin musitar un asunto tan importante. Se lo han manifestado los gremios, ediles y líderes comunales: retire el proyecto y permítale a Yopal la posibilidad de construir ese ´Gran Acuerdo Ciudadano’ para el ordenamiento de su territorio.
No permita que esa pesada estela de duda que existe acerca de los multimillonarios negocios inmobiliarios que se estarían celebrando por fuera de la ley ante la expectativa del POT acelere su ya vertiginosa caída en popularidad y reconocimiento ciudadano; es el momento de demostrar grandeza y verdadero sentido social, es el momento de demostrarle a sus gobernados que también los ve del tamaño de la expansión urbana que prevé para Yopal.
Le reitero por este medio la solicitud que he venido haciendo y que ha sido respaldada por cinco concejales más en comunicación enviada al Procurador General de la Nación: retire el proyecto y permítale a los Yopaleños ir a disfrutar de la temporada decembrina y de las memorables fiestas que seguro nos tiene preparadas. Retire el proyecto y evítele a la ciudad el riesgo de futuras impugnaciones por los vicios de legalidad que se podrían estar configurando en medio de un afán que resulta incomprensible para la gran mayoría de Yopaleños.
ADENDA: Que las insinuaciones amenazantes no sean el preámbulo de un hecho trágico para Yopal. Dios nos proteja de quienes quieren devolvernos a indeseables tiempos de intimidación y violencia.
*Concejal de Yopal.