Entre todos los tipos de cáncer, el de estómago fue el cuarto más frecuente en el territorio colombiano durante 2020, según Cuenta de Alto Costo. Durante ese año, se reportaron 2.137 nuevos casos, 13.340 pacientes que ya tenían la enfermedad y 2.741 fallecidos.
De acuerdo con información de la Cuenta de Alto Costo, el 50% de las personas fueron diagnosticadas en una fase tardía de la enfermedad. El momento en el que se descubre esta condición es clave pues entre el estadio temprano y el tardío, la supervivencia disminuye del 46 al 21%.
Esta enfermedad se desencadena cuando las células empiezan a crecer en forma descontrolada. Esto puede pasar en cualquier parte del cuerpo e incluso puede propagarse a otras áreas del organismo. El cáncer de estómago suele originarse en la mucosa, la capa interna donde se producen el ácido estomacal y las enzimas digestivas. Conforme esta patología va avanzando en el estómago, va afectando otras capas de este órgano y esto hace que la opción de tratamiento y de supervivencia, sean más restringidas.
A menudo el cáncer se desarrolla de forma progresiva y es un proceso que puede tardar años o décadas, en muchos casos la enfermedad se está desarrollando, pero no se experimenta ningún síntoma. Existe una fase de origen de esta condición, seguida de otra de cero síntomas que es conocida como cáncer temprano, y finalmente, llega una etapa sintomática, que es la fase avanzada de esta afección.
Factores de riesgo y prevención
Hay dos tipos de factores de riesgo: controlables y no controlables. Sin embargo, tener un determinante como estos no siempre es una sentencia de que se padecerá cáncer. Algunas variables que no se pueden controlar son el género pues es más frecuente en hombres, la edad ya que suele afectar a mayores de 50 años, el origen étnico al ser más común en personas de origen hispano, raza negra, indios y asiáticos, la geografía (frecuente en Japón, China, Europa Oriental, América Central y del Sur), gastritis crónica y cirugía estomacal previa, entre otros.
Por otra parte, en cuanto a los factores de riesgo controlables están la alimentación (alta ingesta de alimentos ahumados y salados, carnes curadas), el tabaquismo y la obesidad.
Entendiendo estas situaciones que pueden propiciar la enfermedad, los expertos recomiendan consumir frutas, verduras y vegetales frescos y supervisar los siguientes síntomas cuando estos sean persistentes y no obedezcan a otra causa.
Síntomas
Según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, los síntomas del cáncer de estómago son inespecíficos, es decir, que se pueden atribuir al cáncer cuando no tienen otra causa aparente o identificada, se presentan por un gran espacio de tiempo y no responden a los tratamientos caseros o a la automedicación.
Algunos de estos síntomas son disminución del apetito, pérdida de peso (sin estar haciendo alguna dieta), dolor abdominal, malestar encima del ombligo, sensación de llenura con pocas porciones de comida, acidez, indigestión, náuseas, vómito con o sin sangre, hinchazón en el abdomen y sangre en las heces fecales. Si estos síntomas persisten durante más de tres meses, lo mejor es consultar al médico.
Tratamiento
Existen varios tratamientos para el cáncer de estómago. Todo depende de las circunstancias del paciente y del estado de la patología en su organismo. En ese orden de ideas, existen opciones como la cirugía, la quimioterapia, los tratamientos con radiación, la inmunoterapia y los medicamentos. Algunas veces, la fórmula para abordar este padecimiento cuenta con un enfoque combinado de una quimioterapia con un medicamento que demuestre una mejora en la supervivencia del paciente.8
Un diagnóstico como estos suele prender las alarmas en la vida de los pacientes y sus familias. En ese sentido, expertos médicos recomiendan estar pendiente de los factores de riesgo controlables, supervisar cualquier síntoma persistente que no obedezca a una causa identificada e ir a chequeo médico periódicamente. Si desea conocer más sobre esta enfermedad vaya a fuentes confiables como la Sociedad Americana Contra el Cáncer, el Instituto Nacional de Cancerología o pregúntele a su médico.