Cada 15 de febrero el mundo conmemora el Día Internacional contra el Cáncer Infantil, una fecha que invita a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan los niños diagnosticados con esta enfermedad.
Anualmente se estima que alrededor de 400.000 niños en el mundo son diagnosticados con cáncer y 9 de cada 10 de estos casos ocurren en países de ingresos bajos y medianos. Esta realidad representa un problema de salud global que afecta a toda la población, lo que hace urgente fortalecer la atención, mejorar el acceso a tratamientos y promover la investigación en salud pediátrica, tanto en Colombia como en el resto del mundo.
Tan solo en Colombia, según los datos de VIGICANCER, en 2023 se diagnosticaron cerca de 1069 casos nuevos, siendo las leucemias, los tumores de sistema nervioso central y los linfomas los tipos más frecuentes de cáncer.
Cindy Martínez Gutiérrez, profesora del Departamento de Pediatría de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, mencionó que este año Childhood Cancer International (CCI), en alianza con la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica (SIOP), posicionaron el lema para el año 2025: Inspirando la Acción. “El objetivo de visibilizar iniciativas exitosas en distintas regiones e impulsar el progreso colectivo. Además, esta campaña representa una oportunidad para fortalecer la detección temprana, mejorar el acceso a tratamientos y reducir las desigualdades en la atención oncológica pediátrica”.
Importancia del diagnóstico temprano y el acceso a tratamiento
“Uno de los principales retos en Colombia sigue siendo el retraso en el diagnóstico, lo que disminuye significativamente las probabilidades de supervivencia. La falta de conocimiento sobre los signos de alerta del cáncer infantil por parte de familiares y cuidadores retrasa la consulta médica”, afirmó Martínez.
Se hace urgente fortalecer y mejorar la capacitación de los profesionales de la salud. “Muchos no están suficientemente capacitados para identificar estos signos, lo que refuerza la urgencia de priorizar su formación”, añadió la profesora.
Además de los desafíos en el diagnóstico y la capacitación de los profesionales de la salud, el acceso al tratamiento representa una barrera adicional que agrava esta problemática. “Aunque el sistema de salud colombiano ofrece cobertura para el manejo del cáncer infantil a través del Plan de Beneficios en Salud, persisten barreras como el desabastecimiento de medicamentos esenciales y el abandono de tratamiento” comentó Martínez.
Prevención del Cáncer Infantil
Si bien la mayoría de los cánceres infantiles no pueden prevenirse, existen medidas para reducir ciertos riesgos, como “la vigilancia de síndromes genéticos predisponentes, por ejemplo, en pacientes con Síndrome de Down, y la minimización de la exposición a agentes potencialmente tóxicos durante el embarazo”, mencionó la experta en pediatría.
Además, es importante tener en cuenta que pueden existir factores ambientales que pueden afectar, sin embargo, son casos que se encuentran en estudio. “La exposición a radiación ionizante y ciertos agentes químicos también han sido estudiados en relación con el desarrollo de algunos tipos de cáncer infantil, aunque su impacto aún no está completamente definido”, agregó la profesora.
A diferencia de los cánceres en adultos, en los que existen pruebas de tamizaje para detectar de forma temprana ciertos tipos de tumores (como la mamografía para el cáncer de mama o la colonoscopía para el cáncer colorrectal), en los niños no es posible porque la frecuencia de los tipos de cáncer es mucho menor y en pediatría no se comprometen órganos específicos cono en el caso de los adultos.
“La educación de padres, cuidadores y profesionales de la salud juega un papel crucial en la identificación temprana de signos de alerta, permitiendo un diagnóstico oportuno y mejorando la sobrevida de los pacientes”, añadió.
Un compromiso de todos
Para Martínez, el Día Internacional del Cáncer Infantil recuerda la importancia de continuar trabajando desde todos los frentes: como profesionales de la salud, como comunidad y como responsables de la formulación de políticas públicas. La educación, la investigación y la equidad en el acceso a la salud son esenciales para cambiar la historia del cáncer infantil en Colombia.
Un futuro saludable para más niños solo será posible si unimos esfuerzos para garantizar que ningún paciente se quede sin diagnóstico ni tratamiento oportuno. La acción conjunta es la clave para salvar vidas y dar esperanza a quienes más lo necesitan.