Dos Policías lanzaron a un estero al reportero gráfico y ambientalista Alex Gil, cuando pretendía evidenciar la presunta contaminación generada por la petrolera Geopark en Tauramena.
Alex Gil, es fotógrafo, residente de la vereda Piñalito de Tauramena, quien asegura que ha venido evidenciando contaminación de crudo en fuentes de agua por parte de la compañía que opera en el sector, sobre todo en uno de los esteros, por lo que quiso hacer el registro para presentarlo en una reunión con la comunidad para hablar sobre la problemática.
Desafortunadamente fue interceptado por dos uniformados de la Policía, quienes lo interpelaron, le pidieron que se alejará y finalmente a la fuerza lo lanzaron a un estero.
El exceso policial, quedó grabado en video y muestra en el momento en el que lo arrojan al agua, con una costosa cámara, un dron y todos los equipos, que según Alex cuestan más de 10 millones de pesos y que fueron adquiridos gracias a su trabajo de varios años.
Alex Gil dijo que solo quería tomar evidencias del derrame de crudo que hay sobre la vegetación y los espejos de agua de la zona con el fin de pedir que se aplicará un plan de manejo ambiental y los correctivos necesarios, bajo el lema que el operador utiliza “de buen vecino”, pero fue atropellado por la fuerza pública, le quitaron la cédula, lo redujeron entre dos uniformados a la fuerza, lo sometieron, lo arrastraron hasta los esteros le rompieron las prendas de vestir y finalmente tuvo que ocultarse en la vegetación aledaña, ante la amenaza de ser capturado.
La versión de la Policía
Según indicaron fuentes de la Policía Nacional, los uniformados acudieron a la locación petrolera luego del llamado de la compañia advirtiendo que un particular había ingresado sin autorización al predio privado y que además estaba realizando imagenes con una cámara fotográfica y un dron. Los funcionarios de la Policía Nacional le pidieron identificarse y le recordaron al señor Alex Gil que estaba invadiendo predios privados, por lo que lo invitaron a salir por su propia voluntad de la locación.
Entre tanto los encargados de la seguridad de la empresa no quisieron intervenir, dejándo que fuera la Policía la que convenciera al ciudadano de abandonar la propiedad privada.
En determinado momento el fotografo habría reaccionado violentamente obligando a la utilización de la fuerza por parte de los Policías.