*Por Leonardo Puentes

Escribo estas líneas en medio de la conmoción causada por la intervención irracional de un grupo de desadaptados que se arrogaron el derecho de infundir miedo y destruir todo a su paso en nuestra querida Yopal, so pretexto de estar acompañando la manifestación cívica, pacífica y más que justificada de miles de yopaleños hastiados por la desidia del gobierno municipal, el desdén del departamental y el abandono del nacional.

A quien le queden dudas: el movimiento ciudadano promotor del paro cívico no persigue otro fin que la reparación al grave daño que se le ha hecho a nuestra ciudad y sus habitantes durante tres largos y dolorosos años de improvisación, despilfarro y mala fe por parte de aquellos que han tenido en su poder la autoridad para la toma de decisiones y la ejecución de las obras.

NO existe vínculo alguno entre un movimiento de ciudadanos comprometidos con la defensa del interés público por el agua potable y esos jóvenes enfurecidos (entre otras cosas, muchos desconocidos y sospechosamente preparados para este tipo de desmanes).

En este momento el Ministro de Vivienda está en Yopal y esperamos que venga autorizado para tomar decisiones y aceptar cada uno de los puntos exigidos por el movimiento, principalmente estos:

1. Que el gobierno nacional ponga la plata, TODA, para el acueducto definitivo de Yopal. A nadie le cabe en la cabeza que los yopaleños tengamos que seguir pagando, porque es de nuestros impuestos que salen esas cifras astronómicas, que pareciera que nada tienen que ver con nosotros.

2. Que el gobierno nacional pague las facturas hasta que haya plena seguridad de que el agua es potable. Hemos asumido todos los costos; los económicos, los de salud, los sociales; por tres años!! No más resignación e indiferencia, lo de Yopal no tiene nombre y nos ha tocado pagar una larga factura de corrupción e indiferencia.

Hay otros puntos fundamentales: 3. No más sísmica en las zonas de recarga de nuestras fuentes hídricas; si no hay agua, no hay nada.

4. Restitución de la EAAAY y resguardo de su carácter público, más los reclamos históricos del sector educativo y el sector agropecuario, pero además se va a exigir al gobierno reparar los daños provocados por los desmanes contra el comercio de Yopal. Soy comerciante, viví y entiendo la angustia del gremio, pero no puedo permitir que se confunda el propósito de defender a una ciudad postrada por la corrupción con la conducta irracional de unos desadaptados.

POSdata: El grito de independencia en Yopal es contra los corruptos que nos quieren aplazar el sueño de una ciudad prospera, pacífica y bien administrada.

*Concejal de Yopal