Por Nohora Tovar Rey *

El pasado sábado 2 abril, miles de Colombianos en más de 21 ciudades y municipios del país marchamos para decir no más al desgobierno de Colombia, como era de esperarse, algunos sectores que abogan por la “paz” pero poco tolerantes con la diferencia política, quisieron antes, durante y después de la marcha, deslegitimar el esencial derecho a la protesta ciudadana, pero son tan evidentes las razones de la indignación del pueblo colombiano, que ninguna de las ya conocidas maniobras gobiernistas, lograron frenar el grito en las calles de Colombia, y este Gobierno con apenas un 13% de aprobación supo nuevamente que Colombia está indignada y lo rechaza de punta a punta.

Acá no se trata de abrir un debate para saber el número exacto de manifestantes que estuvimos en las calles -Si hubiera sido poco también merecía respeto- para eso están las imágenes que son muy dicientes, tampoco se trata de caer en un juego de deslegitimaciones y faltas de respeto como pretenden hacerlo algunos acomodados defensores del Gobierno comparándonos con todos los animales de la fauna.

El fondo de este hecho fue que le dio un mensaje muy claro a un Gobierno que al mejor estilo de la canción famosa de Shakira, está ciego, sordo y mudo: No están haciendo las cosas bien, sus actuaciones van en detrimento del pueblo colombiano.

Presidente Santos, usted siempre está desacertado, pero esta vez no se equivoque, rechazar la venta de Isagen no es que querer la guerra, rechazar la muerte de 50 niños por desnutrición en 2016, no es querer la guerra, rechazar el mal manejo a la crisis eléctrica que por cierto pagamos los colombianos, no es querer la guerra, pedir justicia para culpables de delitos de lesa humanidad, no es querer la guerra, pedirle que maneje con cuidado los impuestos que con tanto esfuerzo pagamos los colombianos y no sean despilfarrados por usted en lujos, no es querer la guerra, rechazar las quemas de vehículos y clamar atención en las regiones, no es querer la guerra.

Mientras permanezca la actitud, su actitud arrogante y la de su Gobierno que mientras atiende a delincuentes deja en la calle a las madres comunitarias y mientras permanezcan sus desaciertos que lo tienen como el más impopular de América Latina, también permanecerá la voz de rechazo para decir no más desgobierno. No crea que nos quedamos con la marcha, espere más noticias del pueblo Colombiano.

*Senadora de la República












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