Por Oscar Medina Gómez
El círculo político del Centro Democrático se está cerrando. A menos de siete meses de las elecciones del 27 de octubre, el decorado del lienzo está cambiando dramáticamente. Se han comenzado a ver con mayor nitidez los rostros de quienes tienen posibilidades ciertas de ser el próximo gobernador de Casanare. Y, en paralelo, aunque ya se definieron tres precandidatos, ninguno de los escogidos, será el alcalde de Yopal.
En esta última referencia hablo en femenino. No voy a repetir en detalle lo que ya escribí hace unas semanas sobre el por qué Lilian Fernanda Salcedo Restrepo -del Partido Liberal- debe ser la alcaldesa de Yopal. Los remito a mi columna https://prensalibrecasanare.com/opinion/32469-de-frente-fernanda-por-ahn-anda.html
Me voy a ocupar de quienes van quedando sobre la malla del cedazo. El Centro Democrático -el Partido del expresidente Álvaro Uribe Vélez y del Presidente Iván Duque Márquez- exprimió más el trapo: de 11 precandidatos inscritos inicialmente, redujo a 5 la nómina. Al piso del cernidero fueron a parar nombres como Héctor Manuel Balaguera, Margarita Restrepo, María Tránsito Zamora, John Arney Cuevas, Camilo Eulogio Barreto y Monchy Yobany Moreno.
El caso de Monchi tiene sus matices. El popularejo y folclórico exalcalde de Orocué se retiró muy molesto de la puja y no quiso someterse a las directrices partidistas del Centro Democrático, alegando falta total de garantías en el proceso a seguir para la escogencia final de quien será el candidato. Según él, ese candidato está elegido a dedo hace rato. Se llama Salomón Sanabria Chacón.
De acuerdo con Monchi, el guiño ya lo hicieron el gobernador Alirio Barrera Rodríguez, la senadora Amanda Rocío Gonzales y el Representante a la Cámara Jairo Cristancho. Y da razones: Salomón es no solo su hombre de confianza sino cuñado del gobernador Barrera. Es decir, es el esposo de Cielo Barrera, la hermana de Alirio. Y también, como ellos, es evangélico. Y, además, oriundo de Aguazul, la tierra nativa del actual mandatario y de la senadora.
Así que, si miramos con razón y sin pasión los motivos que esgrimió Monchi para salir voluntariamente del juego, pues podría estar en lo cierto cuando sostiene que todo es entonces un mero vulgar montaje politiquero para hacerle creer al pueblo que en el Centro Democrático reina la transparencia y que las decisiones se toman limpiamente.
Umm... No obstante, así lo diga Monchi y se diga también en tertuliaderos, callejones, parques, calles, bares y bebederos de café, que Salomón ya está entronizado, coronado, ungido en los altares, “la política es dinámica” y nos da sorpresas. No se puede descalificar de tajo a los otros que siguen en la pelea. ¡Simplemente por un rumor! Eso no es de caballeros. Sería irrespetarlos, darles una bofetada, tomarles del pelo, insultarlos en sus caras.
Aunque políticamente ni suena ni truena, la señora Judith López Barrera es una digna mujer, que se ha desempeñado con eficiencia en el sector financiero. Viejas entidades como la Caja Agraria, el Banco del Estado y Coopcentral contaron por años con sus servicios. Ella se precia de ser “de las entrañas” del expresidente Uribe, del exvicepresidente Francisco Santos y del Presidente Iván Duque. Habrá que ver si esas “palancas” que dice tener, le van a servir para algo.
Julián Fonseca, es un buen tipo y viejo político yopaleño. Actual concejal, lleva varios periodos en ese cargo público. Propiamente desde allí no es que su labor sea la más sobresaliente. De hecho, en Tilodirán, Quebradaseca y el Algarrobo -territorios que él dice son su fortín electoral- la gente lo mira más bien con desdén. Por promesero.
Carlos Freddy Mejía es otro conocido de la política. Sobre todo, en Yopal, por cuenta de que ha sido derrotado en dos oportunidades en su aspiración de ser el alcalde. Como diputado departamental salió seriamente lastimado en su imagen, por culpa de sus andanzas y alianzas con un fulano de nombre Raúl Iván Flórez Chávez. Un gobernador que sometió al departamento no solo a una gran inestabilidad administrativa, sino a una maraña gigantesca de irregularidades en contratación pública, de promesas incumplidas y de obras a medio empezar. Fueron miles de millones de pesos del erario que se esfumaron. A la fecha, se ignora el paradero del “mechudo hippie villanuevero” Flórez Chávez. Políticamente esta ha sido la cruz de Carlos Freddy.
Andrés Rueda -que como doña Judith también se jacta de ser “amiguisimo” de Uribe, Duque, José Obdulio y bla, bla, bla…- dice con vehemencia que es un hombre probo en lo profesional y personal. Que cuando fue Secretario de Obras Publicas del gobernador William Pérez Espinel nada tuvo que ver, no se relacionó de ninguna forma ni hizo contacto ni con el “Bloque Centauros” al mando del paraco Daniel Rendón alias “don Mario”. Ni con el “todopoderoso” paramilitar Héctor Germán Buitrago alias “Martin Llanos”, quienes con sus cuadrillas de matones, secuestradores y extorsionistas azotaron durante años a Casanare. Y se robaron multimillonarios recursos públicos triangulando la contratación con empresas montadas para tal fin. Alcahueteadas y arropadas desde la misma gobernación.
Pero así la justicia y las investigaciones hayan fallado a favor de Rueda y él sostenga que está limpio de toda culpa que le achacan. Que jamás fue una especie de enlace o conexión para contratar con los paracos, en la calle el vientecillo popular que corre de boca en boca dice lo contrario. ¡Esta es su desgracia política!
A estos candidatos, sin excepción, toca aplicarles la popular paremia -de origen bíblico (San Mateo 7:16 – San Lucas 6:44)- que reza “Por sus obras los conoceréis”. Ninguno se salva. Ni siquiera Salomón. Digo yo.
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