Por: Oscar Medina Gómez **
Decepciona y da bronca inmensa cuando uno hace un rápido repaso por algunas entidades públicas y privadas. Verdaderas “Joyas de la Corona” donde su desempeño empresarial en lo administrativo es para llorar. Sus mandamases dan vergüenza. Eso sí en la mayoría de los casos un común denominador sobresale: la corrupción. Porque la premisa para directores y gerentes es clara: desfalcar los presupuestos disfrazándolos de convenios y proyectos interinstitucionales. Contratar en el menor tiempo posible con amigos, amigotes y empresas armadas y direccionadas, entre otros rufianes, por los caciques políticos que tienen el poder y se pavonean públicamente con él. ¿Y la eficiencia, logros y resultados para beneficio de la gente? ¡Al carajo! ¡Que se jodan! Primero mi bolsillo, segundo mi bolsillo y tercero mi bolsillo.
Harto estoy de denunciar en esta columna, con nombres propios, decenas de casos. Pidiéndole a las autoridades que intervengan, que actúen, que por su pereza y negligencia no se conviertan en cómplices de los corruptos. Pero eso es como ladrarle a la luna. Es como si contraloría, procuraduría y fiscalía también fueran entidades corruptas. Sus investigaciones carecen de verticalidad y transparencia. La ley es para los de ruana. Los de a pie. Los que se ganan un humillante salario mínimo de 566 mil setecientos pesos. No para los políticos “honorables padres de la patria”, gobernantes nauseabundos, funcionarios perfumados y de cuello blanco. Las “ias” lo único que producen es lástima, vergüenza y asco.
Veamos este resumido “viaje propositivo”. Por espacio se quedan por fuera más entidades que brillan por su mediocridad y corruptela. No obstante reseño varias que la gente las tiene presentes a diario. La Cámara de Comercio de Casanare -entidad privada que maneja recursos públicos- debe dedicarse a lo que le corresponde: impulsar el desarrollo empresarial, en todos sus niveles, del departamento. Su junta directiva tiene que despolitizarse. Pensar menos en los contratos, convenios con alcaldías y gobernación y más en los comerciantes. Y, designar un Director Ejecutivo menos pantallero y radial que Sergio Vidales. Más trabajador. Mas ejecutivo. Más gerencial con visión nacional e internacional.
La Corporinoquia tiene nueva directora. Marta Plazas Roa, una ingeniera industrial -que no socióloga- que supone uno se dejará tentar mucho menos de la corrupción que sus antecesores. En Casanare -como en el país y el mundo entero- todo está por hacer en temas ambientales. Además de dejar a un lado la impresión de cartillitas verdes, afiches santurrones de semana santa y cuñas radiales invitando a asambleas inocuas, lo primero que debe hacer la señora Marta es pedir la renuncia de la totalidad de los subdirectores, jefes y cargos con cierto mando. Todos -lo apuesto- están contaminados de malas mañas, que afectan y contaminan el sano ambiente de la empresa.
En la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Yopal es al alcalde Wilman Celemin a quien le toca presionar duro para que el gerente funcione. Edwin Miranda Plazas está encargado. Pero no le veo sangre en el ojo, pelo pa` moña, como dicen los llaneros. Como fiel escudero de su ex - jefe Fernando Fonseca -gerente que en más de un año de crisis profunda por la falta de agua potable, se empeñó por demostrar su ineptitud- Miranda es una copia de aquel. Por lo tanto el alcalde debe retirarlo de la gerencia y nombrar cuanto antes a alguien con sentido de responsabilidad social. Celemin: no olvide que los yopaleños lo único que esperamos de su señoría es que construya un nuevo sistema de tratamiento de agua y acueducto eficiente. El resto se soporta.
Al Hospital de Yopal llegó también un nuevo gerente: Edgar Alberto Dinas Rodríguez. Aunque es aguazuleño, viene de Arauca, departamento donde su desempeño está bien referenciado. Tiene varios retos: uno: humanizar la atención, donde prime el servicio a la gente y no el despotismo e insensibilidad de vigilantes, auxiliares, enfermeras y médicos que dejan morir a todo el mundo en las puertas de la institución. Dos: sanear financieramente al hospital, del que uno escucha siempre que no hay dinero ni para pagarle cumplidamente a sus funcionarios. Tres: poner a funcionar la nueva y multimillonaria sede hospitalaria, con servicios de mediana y alta complejidad. Cuatro: optimizar gerencialmente los recursos a su cargo.
En Capresoca las riendas las tiene ahora Amparo Ariza, una veterana funcionaria pública, muy de las entrañas del gobernador Nelson Ricardo Mariño Velandia, quien la nombró en ese cargo. Luego de insultos y amenazas, reemplazó a un tal Armando Segura, agente interventor de muy dudoso prontuario, enviado por el superintendente Conrado Alfonso Gómez Vélez -otro de muy dudoso prontuario-. En un acto de compromiso con la salud de todos, Mariño destinó 10 mil millones de pesos para esta entidad. Cuatro mil 200 para pagar su pesada deuda con hospitales y clínicas, y cinco mil doscientos para su funcionamiento administrativo y operativo. Soy de los que defienden la continuidad de Capresoca: Es nuestra EPS. Lo que toca, gobernador Nelson, es sanearla de verdad. Limpiarla de esos negros politiqueros y contratistas que se la quieren seguir devorando a dentelladas.
La Empresa de Energìa de Casanare, Enerca, es otra que requiere cuanto antes de una reingeniería. En tiempos del gerente Alirio Guzmán hubo cierta eficiencia y avance. Pero el hombre se corrompió con la venenosa bacteria de la política y hasta ahí fue. Bayardo Aníbal Santana Gordo -el actual gerente- tiene sometidos a los yopaleños y casanareños a continuos bajones y súbitos apagones de luz. Se funden los electrodomésticos y nadie le responde a las familias. En esta entidad, gobernador, usted también tiene la obligación de meter la mano honesta del Estado para organizar la casa.
En Red Salud Casanare, la Secretaria de Tránsito Municipal de Yopal e Incoder lo primerísimo que toca hacer es prescindir de los pésimos servicios de sus gerentes y directores. María Eunice Rodríguez Pérez, Luis Eduardo Nieto y Marcela Villada ¡Que fiasco de funcionarios! En el ICBF a doña Marta Cecilia Eslava le toca amarrarse las faldas y depender menos de sus jefes politiqueros. Lo mismo en el SENA con doña Nubia Blanco. De lo contrario las entidades que regentan se politizarán más de lo que están.
¡Caramba! Como abundan los malos ejemplos. Las malas mañas. Digo yo.
**Periodista - Especialista en Gobierno Municipal y Gestión Pública Pontificia Universidad Javeriana Columnista www.prensalibrecasanare.com y El Nuevo Oriente
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