El Juez Segundo Penal de Yopal dejó en libertad a Jaime Davidson Rivas Jiménez acusado de causarle la muerte a su padre, el folclorista Jaime Gregorio Rodríguez y herir de gravedad a la madre, en hechos violentos que se registraron el 1 de agosto de 2017 en el municipio de Paz de Ariporo.
El Director Seccional de Fiscalías, Jhon Fredy Encinales, dijo que Rivas afronta un juicio por homicidio agravado y durante las audiencias se insistió sobre la medida de aseguramiento privativa de la libertad, pero el 1 de junio se cumplieron los 120 días y se vencieron los términos.
Durante todo el proceso se generó un debate respecto a su inimputabilidad por ser consumidor de sustancias alucinógenas.
Justificó que por temas de agenda del Juzgado donde cursa el proceso, se decretó su libertad, respondiendo así a los señalamientos, que, por la ineficacia y desidia del fiscal del caso, el Juez de Yopal debió decretar la libertad por vencimiento términos de Rivas Jiménez.
Añadió Encinales, que la tesis siempre ha estado sustentada en que el consumo de estupefacientes lo hacía para pre-ordenarse, es decir, el consumía estupefacientes y bajo las amenazas coaccionar a la familia que le dieran dinero para adquirir la droga.
Encinales ratificó que dentro del proceso continúa la condena o absolución y se espera que en las próximas audiencias se logre una condena justa de acuerdo con el crimen que él cometió.
Los hechos sucedieron el día primero de agosto en la calle 2 # 6-22 barrio “Los Centauros” de Paz de Ariporo, hasta donde llegó el hijo del artista de 18 años, quien al parecer sostuvo un altercado inicialmente con la mamá, a quien golpeo brutalmente y posteriormente degolló a su padre, con heridas de machete, cuando intentó intervenir en defensa de la esposa.
El Juzgado Promiscuo del Circuito de Paz de Ariporo lo había dejado en libertad a los pocos días de sucedidos los trágicos hechos, pero fue recapturado, en la audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, el joven de 18 años, argumentó no estar consciente en el momento del crimen, al estar bajo los efectos de alucinación por el consumo de drogas, por lo que no aceptó los cargos que le formuló la Fiscalía por los delitos de homicidio agravado (con sevicia) y violencia intrafamiliar.
Inicialmente el Juez Promiscuo de Paz de Ariporo le había impuesto una medida no privativa de la libertad, con obligación de presentarse en los estrados judiciales de acuerdo con los requerimientos de la justicia. La Fiscalía había apelado la decisión, pero nuevamente recobró su libertad.