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De Frente - Delincuentes perfumados

De Frente - Delincuentes perfumados
Por Oscar Medina Gómez

Investigados y condenados por vínculos con terroristas ya paramilitares, ya de las FARC, ya del ELN. Tienen nexos con lo que ahora llaman eufemísticamente “bacrim”. Son socios de carteles de drogas y narcotraficantes. La mayoría de ellos –y ellas- son “corruptos oficiales” de pelo engominado. Huelen a Giorgio Armani, Versace, Chanel, Narciso o Trésor. Lucen trajes Ermenegildo Zegna, Brioni, Yvest Saint Laurent o Dior.

Son “corruptos oficiales” porque poseen credencial del Estado para robarse los contratos de gobernaciones y alcaldías. Estos devoradores insaciables de los recursos públicos –que en las entrevistas hablan de amor, solidaridad, igualdad, progreso y paz- violan constantemente la ley. Su “estatus” les hace flotar. No caminar. Por eso con frecuencia amenazan con aquello de “usted no sabe quién soy yo”.

Claro que sí: son los conocidos con el alias de “padres de la patria”. Otros los llaman congresistas. Yo les grito por su real nombre: Delincuentes Perfumados, DP. Son 102 Senadores y 166 Representantes a la Cámara. En cifras redondas cada uno se gana al mes alrededor de 19 millones de pesos de sueldo limpio. Es decir, luego de las deducciones salariales de ley. Porque el sueldo actual bruto es de 28 millones. (en 2016 los colombianos pagamos a los DP $ 7.500 millones mensuales. O sea, más de 90 mil millones cada año. En promedio, en cada legislatura no laboran más de 12 semanas de corrido. Es decir, no alcanzan a “trabajar” 6 meses al año).

Más otros 28 millones que se destinan a las Unidades de Trabajo Legislativo, UTL –dinero del que los DP muerden por lo menos la mitad a sus asesores-. Más primas de salud, de localización y vivienda. Más gastos de representación para restaurantes y hoteles de lujo. Más tiquetes de avión en primera clase. Más viajes al extranjero con todo incluido. Hasta sus amantes. Más clínicas y médicos prepagados. Más pensiones de más de 25 millones mensuales. Más whisky, sexo y drogas sin tope. Una belleza…una belleza infinita.

Lo anterior es una chichigua. Una bicoca. Lo más jugoso de la orgía de corrupción en la que diariamente participan a manteles con ministros -y hasta con el Presidente, que se hace el pendejo- es esa especie de derecho que creen tener a repartirse los presupuestos públicos y la burocracia de sus regiones.

En compinchería, obvio, con alcaldes y gobernadores. Multimillonarios contratos destinados a la salud, educación, vivienda, restaurantes escolares, población vulnerable, construcción de carreteras y puentes, gasoductos, oleoductos, refinerías, termoeléctricas, tendidos eléctricos y gasificación de zonas rurales y mil áreas más, terminan engordando groseramente las propiedades y cuentas bancarias de los DP. Estas bazofias se reparten el botín al más puro estilo de las mafias más peligrosas del mundo como la siciliana, la yakusa, la rusa o la albanesa. Y –no le quepa duda a nadie- matan y desaparecen seres humanos, sin pensarlo 2 veces, cuando alguie estorba sus propósitos.

Desde luego, de esos 102 Senadores y 166 Representantes a la Cámara no todos son DP. Álvaro Uribe Vélez, Germán Navas Talero, Jorge Enrique Robledo, Luis Fernando Velasco, Antonio Navarro, Claudia López, Luis Carlos Avellaneda, Ángela María Robledo, Iván Duque Márquez, Hernán Andrade son ciudadanos a quien es objetivo destacar por querer una Colombia más justa. Todos comprometidos –y otros colegas de anteriores periodos, como el abogado bogotano Alfonso Prada, actual Director del SENA- con el bienestar y desarrollo integral del país.

En todas las encuestas –de cualquiera de las firmas serias que tenemos- por unanimidad los colombianos siempre señalamos al Congreso de la República y los congresistas como la institución y los personajes más desprestigiados, impopulares e indeseables del país. ¡Por encima de los terroristas de las FARC o del ELN! Esas son palabras mayores en contra de un organismo que se precia de ser “el paridero y la cuna de las leyes”. Esto no es gratuito. Es la cosecha que los DP siguen recogiendo luego de décadas de sembrar malas semillas. De las que han nacido frutos podridos que han contribuido al atraso, desigualdad social y violencia que continuamos padeciendo en ciudades, pueblos y campos.

Le pregunto a John Eduardo Molina Figueredo, Jorge Camilo Abril Tarache y Jorge Eliécer Prieto Riveros –los dos primeros Representantes a la Cámara y el tercero Senador de la República- ¿qué han hecho ustedes por Casanare y por Colombia, en más de 2 años que llevan ganando muchos millones, para no estar en el repugnante y asqueroso grupo de Delincuentes Perfumados, DP? Yo. Lo confieso, no lo sé. Y miles de casanareños tampoco. Digo yo.

*Periodista


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