No obstante estar en desacuerdo con el fallo, este portal noticioso y este periodista respetamos y acatamos la administración de justicia. Por lo tanto, con el nombre de esta columna, se da cumplimiento a lo solicitado por Jorge Eduardo Angarita Torres, Juez Tercero Penal del Circuito de Yopal, al tutelar el derecho a la honra de Carlos Cárdenas Ortiz, candidato a la Alcaldía de Yopal.Por Oscar Medina Gómez *
Por orden de su Jefe político John Jairo Torres Torres, Carlos Cárdenas Ortiz es el candidato único y oficial a la Alcaldía de Yopal, del presidiario conocido popularmente a nivel nacional con el alias de “John calzones”. Los dos lo vociferan, pregonan y evidencian a los cuatro vientos en incontables entrevistas en radio, prensa escrita, Tv, medios electrónicos, redes sociales, videos, cuñas de radio, testimonios personales, afiches, vallas, pasacalles, volantes, calcomanías y un sinfín de pruebas que se pueden encontrar, ver y oír por toda la ciudad,
Recordemos que este sujeto fue destituido como Alcalde de Yopal por la Procuraduría General de la Nación, luego de reconocer el delito de urbanizador ilegal. Es el creador de la pirata Ciudadela La Bendición, por lo que fue condenado a 24 meses de prisión. Lo encanaron 12 meses en la cárcel La Picota. Contra él hoy está vivo y andando un proceso penal por el delito de enriquecimiento ilícito. La Fiscalía asegura que “John calzones” forma parte de la organización delictiva del narcotraficante Germán Sánchez Rey, alias “coletas”. Bueno…
Un prontuario bastante copioso y truculento de quien es el jefe político, el patrón, el cabecilla, el caudillo, el patriarca, el líder de Carlos Cárdenas Ortiz. Quien por supuesto obra, actúa, procede, trabaja, ejerce políticamente conforme a lo que le señale “John calzones”. El uno y el otro encarnan, son el clásico “cuerpo ajeno” de la politiquería criolla. Aunque es un sinónimo de todos los anteriores calificativos, no diré que el primero es “el amo” del segundo. ¡Me vuelven a entutelar!
El pasado no perdona. Menos en política. De Carlos Cárdenas Ortiz voy a recordar algunos asuntos de su paseo político. Es clave que la opinión pública los tenga presentes. Más viniendo de alguien que codicia, ambiciona obtener el respaldo del voto ciudadano el 26 de noviembre entrante, cuando se lleven a cabo las elecciones para elegir alcalde de Yopal. Que –no lo olviden- sustituirá definitivamente al presidiario “John calzones”. Su jefe, su patrón, su cabecilla político.
En su aspiración al cargo de Senador de la República –período 2006-2010- Carlos Cárdenas Ortiz se autoproclamó “el senador de la media Colombia”. Vendió a la gente promesas como promover en el Congreso el Senado Regional, o crear un Fondo Educativo para los discapacitados, o aprobar los cargos de vicegobernadores y vicealcaldes, o reformar la Constitución Política a través de un referendo, entre muchas más promesas.
En los 4 años de su periodo presentó 21 proyectos de ley. Y estos 21 proyectos de ley fueron archivados (hundidos) por el Senado y la Cámara de Representantes. Esto se puede comprobar de muchas formas: revisando las memorias del Congreso de la República; repasando los registros en la prensa de Casanare y nacional; verificando el portal Congreso Visible; examinando la Enciclopedia Mundial Wikipedia. En fin…
Es claro: como Senador de la República, Carlos Cárdenas Ortiz fue un fiasco. Un mediocre. Un fracaso rotundo. Un hazmerreir. Una desilusión monumental. Voy más allá: ¡Una vergüenza política!
Desde luego, en 4 años recibió un multimillonario salario que, en cifras redondas y sumando todas las prebendas que tienen los “honorables” padres de la patria, rondó los ¡mil millones de pesos!
Una de las grandes hazañas del “honorable senador” fue regalar –para un diciembre- un CD de música bailable, grabado con una orquestica de Monterrey. La destemplada voz de Carlos Cárdenas sonaba en la canción “Traicionera”, popularizada por Pastor López. El “senador de la media Colombia” regaló centenares de esos disquetes a colegas y amigotes. ¡Fantástico!
En el segundo mandato de Álvaro Uribe Vélez, el “honorable senador” aprobó un artículo del Plan de Desarrollo que obligaba a los departamentos productores de petróleo a trasladar un porcentaje de sus ingresos por regalías, a los departamentos vecinos no productores. Esta brutalidad fue demandada y se declaró nula. Se cayó. Efrén Hernández fue, entre otros, quien se le atravesó al “senador cantante”.
Cuando a Carlos Cárdenas le hicieron una entrevista en el Noticiero del Senado, en vez de aprovechar este pantallazo televisivo nacional para exponer las necesidades de la región y exigirle ayuda al gobierno nacional, apareció fue ataviado con botas y sombrero, pescando en una especie de laguna artificial, de una finca por la vía a Morichal. En el anzuelo estaba ensartado un pescado, que obviamente no pescó el “senador cantante”. Fue un montaje de quien hoy sueña con “pescar” votos para ser alcalde de Yopal.
Este fugaz repaso por la heroica vida y obra del “senador de la media Colombia” es clara muestra de sus envidiables, encomiables capacidades como político. De sus incomparables logros, ejecutorias y éxitos para bien de Casanare y los casanareños.
Por eso, el 26 de noviembre NO voten por Carlos Cárdenas Ortiz. Un sujeto que a punta de tutelas y amedrentamientos judiciales pretende silenciar a la prensa que le incomoda, fastidia e irrita. El ejercicio crítico y librepensador de los periodistas que generamos opinión, no puede ser avasallado por el temor, las represalias, la persecución y el miedo que intentan causar personajes de dudosa ortografía política.
Hacerlo es votar por el presidiario John Jairo Torres, alias “John calzones”. Su jefe político, su patrón, su cabecilla, su caudillo, su patriarca, su líder. Es respaldar a alguien que está acusado del delito político de doble militancia: directivo del Movimiento Social La Bendición y candidato de Opción Ciudadana. Y de haber copiado el Programa de Gobierno del candidato Juliber Loaiza –del Partido MAIS, quien fue derrotado- en el municipio de La Estrella, Antioquia. Es no querer e irrespetar a Yopal. O, mejor: condenarla a seguir con el caos administrativo y el subdesarrollo que estamos padeciendo.
Aunque se la atribuyen a Carlos Lleras Restrepo, creo que esto lo dijo Belisario Betancur: “Es más saludable para cualquier sociedad tener una prensa desbordada que una prensa amordazada”. Digo yo.
*Periodista
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